Codificado con tinta invisible o tinta UV

En la entrada de hoy vamos a hablar del codificado con tinta invisible, un elemento que se utiliza para trabajos de trazabilidad muy específicos que tienen en cuenta la seguridad de la información. Dicho de otra manera, la tinta UV es capaz de ocultarse a los ojos del consumidor, algo que es habitual en el sector alimentario para codificar envases como latas de conservas, refrescos o botellas de vidrio. ¿Cómo lo hace? A continuación os mostraremos todas las respuestas.

 

El proceso de codificado con tinta invisible o tinta UV

Para realizar un codificado con tinta invisible hay que seguir dos fases. En la primera, el fabricante marca todos los datos relativos a la trazabilidad del recipiente, como por ejemplo el número de lote y otros elementos que no se quiere mostrar al cliente. De esta forma solo el productor tiene acceso a la información para usarla cuando sea necesario.

La segunda fase tiene lugar cuando el envase ya está lleno. En este punto se hace otro grabado de información que tiene un valor esencial para el consumidor final, tal como la fecha de caducidad y por tanto se utiliza una tinta normal que sea visible para todo el mundo.

 

Las ventajas de este sistema

Gracias a este método en dos partes el fabricante puede ocultar aquellos datos relativos a la trazabilidad interna de su empresa, que solo tiene utilidad para él y el envasador. Así se evita que el consumidor final se confunda con las distintas fechas y hacemos que la información le llegue mucho más clara y sencilla.

 

¿Cómo podemos ver la tinta invisible?

Conocer la forma de ver la tinta invisible o tinta UV es algo indispensable si queremos usar este sistema de grabado. Para ello tan solo es necesario el uso de una luz ultravioleta, que revelará toda la información oculta. Como ves, se trata de un método de verificación de seguridad muy sencillo y cómodo de realizar, que se puede llevar a cabo sin problemas en cualquier parte de la cadena productiva.

 

La tinta UV y la industria cosmética

Anteriormente hemos hablado de su utilidad en la industria alimentaria, pero en el sector de la cosmética también es muy habitual codificar con tinta invisible los productos. En muchos casos se trata de empresas que tienen serios problemas de falsificación de su marca y en este sentido el marcaje invisible es una excelente solución al problema.

Podemos usarlo como herramienta de prevención, marcando en las mercancías una serie de códigos de seguridad que permitirá a los distribuidores (como supermercados, farmacias o perfumerías) verificar su origen y demostrar que son auténticas. Además, debido a las características de este sector, la tinta invisible permite que no alteremos la estética de los productos, algo que reduciría su valor real y los haría menos atractivos.

Como ves, el codificado con tinta UV posee una gran variedad de aplicaciones que se adaptan con solvencia a las necesidades de cualquier tipo de marcado, impresión o codificación y nos proporcionan soluciones eficaces a nuestros problemas de trazabilidad y seguridad.