Siguiendo el rastro de la trazabilidad

La trazabilidad se ha convertido en la actualidad en la herramienta más eficaz para rastrear los artículos desde que salen de la fábrica hasta que llegan al distribuidor final. Por decirlo de cierta manera, es la memoria de los productos de una empresa y sirve para identificar cualquier lote o elemento individual.

Para su correcta implantación es esencial contar con lectores de datos, etiquetadoras y otros aparatos que nos permiten verificar la información contenida en los códigos, logos y otros sistemas de almacenamiento de datos. En la entrada de hoy vamos a hablar de la incidencia que estas soluciones tienen en el sector industrial actual.

El rastro más preciso

Con el paso de los años las empresas han ido perfeccionado sus sistemas de logística y trazabilidad para así poder reconstruir el historial de cualquiera de sus productos, incluida la procedencia de la materia prima si fuera necesario. A modo de ejemplo, pensemos en un lote de cartones de leche de vaca que sale de la fábrica y llega al consumidor final. Ahora imaginemos que este lote está comprometido de alguna forma, quizás contaminado o que no cumple con las normativas sanitarias.

En este caso, la trazabilidad nos permite detectar donde se encuentra cada lote defectuoso y retirarlo en el menor tiempo posible. Esta rapidez de reacción es indispensable para garantizar la calidad de la marca y mantener la confianza de los clientes. Sin embargo, en sectores como el farmacéutico o el alimentario puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, además de un importante impacto social.

Más aún. También podríamos rastrear el origen de los ingredientes, ver las ganaderías de donde ha salido la leche o las fábricas donde se ha procesado. Es decir, averiguar lo que ha pasado y subsanar los errores para que no vuelvan a repetirse en el futuro. Hablar de trazabilidad significa capturar toda esta información de los distintos eslabones del proceso productivo para analizarla y mejorar la funcionalidad de una empresa.

Mayor satisfacción de los clientes

Toda compañía, por muy grande de sea, depende por completo de la satisfacción de sus clientes. La trazabilidad permite optimizar los procesos de envasado y distribución, así como informar al consumidor de todos los datos necesarios. Esto proporciona una mayor visibilidad del producto y aumenta la confianza, así como la fidelización de los compradores. De hecho, este control exhaustivo de la producción es necesario para garantizar las demandas de los clientes, que dependiendo del sector pueden ser más o menos exigentes.

Las mejores opciones de marcado y verificación

En la actualidad podemos encontrar distintos tipos de soluciones de marcado que se adaptan sin problemas a los materiales utilizados, desde envases de cartón que requieren impresoras de tinta o etiquetas, a autopartes de vehículos en el sector de la automoción, que al ser de metal o plásticos muy duros requieren otras tecnologías como por ejemplo los marcadores de impacto. Y para verificar todos los datos contamos con lectores ópticos, que se caracterizan por su cómodo manejo y facilidad de transporte. Además, son lo suficientemente rápidos como para no ralentizar las líneas de producción de tu empresa.